Wonder Woman nº 15

Título: La rebelión de los Olímpicos (III)
Autor: Guillermo Moreno
Portada: Guillermo Lizarán
Publicado en: Mayo 2013

Las luces y el sonido de las discotecas de Holanda podrían hacer perder el control a cualquiera. ¿Podrán nuestros héroes escapar a su influjo? ¿Como reaccionará Diana cuando el nuevo Campeón de Zeus haga acto de presencia?
Nací como Diana, princesa de Themyscira, heredera mortal de los Dioses griegos y su embajadora en el mundo patriarcal, donde ellos me llaman...
Wonder Woman creada por William Moult

Resumen de lo publicado: Investigando una serie de misteriosos secuestros, Wonder Woman y Aquaman son guiados por un miserioso hacker llamada "H" hasta Edimburgo. Alli consiguen la ayuda del Caballero Brillante para detener el último de estos sucesos. Las nuevas pistas descubiertas les conducen hasta Holanda.

Ámsterdam (Holanda)

El local era realmente amplio, a los lados de la pista de baile se podía observar una serie de mesas donde muchos disfrutaban de la tenue luz y de la música, además de las bebidas. Entre mesa y mesa había una serie de cortinas que daban a una serie de habitáculos donde, quienes estaban de ánimo, daban rienda a sus bajas pasiones o simplemente descansaban de la música electrónica y el jolgorio. En cambio el centro, que era la pista de baile, se encontraba saturada de personas danzando a su propio ritmo, y muchos hacían malabares con cuentas y bastoncillos fluorescentes, mientras que mesoneras muy jóvenes y escasamente vestidas, ponían a disposición de los danzantes, una serie de productos que iban desde una inocua botella de agua, que se cotizaba como oro, hasta productos para elevar la mente y el espíritu.


Al fondo, cual si esto se tratase de una basílica romana, se encontraba un estrado amplio donde se hallaba el DJ, quien cual sacerdote tendía a ser el objeto central de veneración. Los héroes se percataron que a los lados de aquel estrado había dos cortinas doradas que, basándose en la apariencia de las personas que entraban por allí, debían conducir a la zona VIP, donde seguro la palabra exceso no alcanzaba a describir todo lo que ocurriría allí. Aquella era la situación del local donde Ty y los héroes habían entrado furtivamente.

Vestida con un abrigo marrón, con lentes oscuros de diseñador, y una peluca rubia, la Reina de las amazonas miraba con estupor la extraña escena que se desplegaba ante sus ojos. Y no dejaba de asombrarse como, en algunos aspectos, el hombre no había cambiado para nada.

— ¡Esto sin duda deja en ridículo a las fiestas de Mayo!— exclamo el Caballero Brillante, luego de lanzar un sonoro silbido. La reina de Themyscira(1) miro con calma al hombre, quien vestía un abrigo muy grande, una fedora y unos lentes oscuros. Y por alguna razón no pudo evitar recordar a un viejo amigo: El Fantasma Desconocido.

—Creo que las fiestas dionisiacas palidecerían también— replico ella con una sonrisa que trataba de encubrir su incomodidad

—En realidad esto no es nada— replicó Ty con una sonrisa socarrona— El DJ Parra ha hecho cosas peores, esperen, no más que el ambiente se caldee.

—Ese Parra es un hombre armas tomar— replicó Arthur con un gesto torvo. Diana observó a su compañero y también se asombro de cómo estaba vestido. Aquaman llevaba un suéter beige de cuello de tortuga, unos pantalones azul marino, se negó a ponerse lentes oscuros, pero aceptor llevar la peluca negra.

—No sean mojigatos— replicó la hacker.

—Nada de eso trébol— le corto el Señor de los Mares— este tipo es buscado por casi todas las agencias de la ley y el orden, tal vez salvo nosotros. Ha cometido crímenes tales como tráfico de personas, sus fiestas han terminado n canibalismos, en Sudamérica lo relacionan con los carteles colombianos y mexicanos…

—Paparruchas— replicó de nuevo Ty, rápidamente le toco el hombro a Diana y le susurró— déjate la peluca, de rubia te ves genial, diviértete como reza el dicho— acto seguido volvió su atención al héroe acuático y continuó— a pesar de ello sigue siendo un gran artistas, y el objetivo de nuestros enemigos. Dime una cosa ¿Le salvaran, no?

—Sin duda— le atajó Diana con un tono cortante que no daba pie a replicas— los tres somos guerreros; el deber y el honor está por encima de todo.

—Mojigatos— masculló Ty, y cuando Aquaman se preparaba para replicar, la música se detuvo, los gritos y aplausos empezaron y de repente un hombre, vestido con un traje blanco y una camisa rosa, de piel broncínea y cabellos negros y rizados, con anteojos de sol, se subió al estrado. Se abrió la camisa mostrando un pecho realmente velludo y muchos, sin importar el género aullaron de excitación. Sonriendo, el hombre comenzó a hacer música.

Calma fue lo primera sensación que invadió a Dina, una paz única que no sentía desde la infancia. Una paz que le recordó a su madre, una paz que obligó a la fiera amazona a derramar una lagrima por aquellos días del pasado. Luego sintió un fuego, que nacía en sus extremidades e iba a por su mente, y con razón por primera vez en mucho tiempo, la otrora Diosa, otrora princesa y ahora reina sintió euforia. De repente algo mas la embargó, un anhelo de saltar a la pista a danzar como una demente, pero frente a eso algo se rebeló.

Se dice que, entre los dones que los Dioses le legaron a su campeona, se encuentra la sabiduría de Atenea. La cual consiste en un fuerte sentido común y sin duda en una capacidad única de raciocinio y análisis, también en algo llamado perspicacia. Esta habilidad le permite a la amazona ver detalles que otros, salvo tal vez los mejores detectives del mundo, hombres como Batman, Robin, Nigthwing y Question, pasarían por alto. Aquella habilidad a veces solía ceder ante el fiero espíritu guerrero de aquella mujer, pero estaba no lo hizo, le gritaba con fuerza que había algo antinatural en el efecto que la música provocaba en ella y los demás, y le comunicó que no dejaría que cediera ante aquel influjo.

Libre de las cadenas de la pasión, Diana se percató de lo que ocurría a su alrededor. Si el momento previo le pareció degenerado, el actual le superaba con creces. Con la velocidad que Hermes, y la determinación que Hera le habían otorgado, la otrora princesa, otrora Diosa de la Verdad, se advocó a despertar a sus amigos de aquel trance. La tarea resulto sencilla. Virtuoso como era, el Caballero Brillante no sucumbió al efecto narcótico de la música, y por su parte el carácter torvo que ahora dominaba al noble Aquaman también había fungido como un escudo protector. Solo Ty había cedido ante la euforia y con ella había desaparecido entre la multitud.

—Sin duda este músico es un brujo—replicó el Caballero Brillante, con un tono exasperado.

—Eso explica mucho— agregó Arthur.

—No, allí hay algo más potente que la magia— dijo Diana— y creo que esa es la razón por la cual seguro desean secuestrarle como al resto.

—Es factible, su Majestad— replicó el Caballero.

—Buscad a Ty— ordenó ella— Arthur mantente atento, yo iré a investigar.

Dicho esto Diana se puso en camino, mientras que sus compañeros de advocaron a encontrar a la hacker. No alcanzó a dar dos pasos, cuando una de las meseras la interceptó y le comunicó que el DJ deseaba invitarla a la zona VIP. Cada vez más preocupada, pero deseosa de revolver el enigma, Diana aceptó. Una vez que la música llego a su fin, fue llevada tras las cortinas doradas, y conducida por una tenebrosa escalera al segundo piso.

—Dionisio y su pandilla, sin duda, estarían realmente a gusto aquí— dijo cuando observó su entorno, donde la “elite” de la fiesta se entregaba a los más bajos placeres.




En el primer piso.

Dar con la hacker estaba resultando realmente difícil para los dos héroes, aunque la música había terminado, los actos lascivos e inusuales seguían suscitándose. En cuestión de tiempo, ambos se encontraron en un punto mirándose el rostro con estupor.

- ¿Nada?

—Sin éxito alguno— replicó el Caballero.

-Entonces será mejor que nos dediquemos a buscar las entradas y salidas de este lugar, pues no sabemos en qué momento nuestros enemigos nos atacaran— dijo Aquaman torvamente.

—Con tanta gente aquí, esto será una masacre sino tienen tacto.

—Y no lo tendrán— respondió el Rey de Atlantis

— ¿Por qué lo dices?

—En Brasil, no lo tuvieron — replicó este— Y creo saber que van a intentar ahora.

— ¿Qué harán?

—Nos atacaran con uno de esos gigantescos robots en forma de esfera

— ¿Cómo puedes estar tan seguro?— pregunto el Caballero mientras, atónito, miraba alrededor como si el mentado artilugio fuese aparecer de la nada en el aire.

—Por el temblor que acabo de sentir— respondió Aquaman

— ¿Cuál temblor?

—Ese— dijo y mientras uno de los muros del local estallaba el Rey de los mares grito, cúbrete.

En pocos segundos el infierno se desató, tal como había ocurrido en el palacio de Itamaraty, una gran esfera de metal hizo acto de presencia, en cuestión de segundo salieron de ella unos pies metálicos parecidos a los de las arañas, y unos gigantescos tentáculos. Detrás de la maquina comenzaron a hacer acto de presencia soltados armados, que golpeaban a la multitud, que trataba de huy aterrorizada sin importarle nada.

Aquaman y el Caballero Brillante, dejaron de lado sus disfraces, y prestos se lanzaron a la batalla. Su meta acabar con aquella esfera metálica.

—Hay que frenarlos en seco, no podemos dejar que capturen a Parra— grito Arthur entre todo el ruido mientras daba cuenta de los soldados que se le aceraban.




Segundo piso.Zona VIP.

—Yo no lo habría dicho mejor, prima

— ¡¿Perdón?!— exclamó Diana

— ¡Vaya no reconoces a uno de los tuyos!— dijo su interlocutor que no resulto ser otro que el DJ Parra.

Atónita la amazona se limitó a mascullar de nuevo un perdón, a lo cual el controversial músico replico con una sonrisa.

—Veo que mi disfraz te ha engañado— dijo— eso me alegra, pero temo que aquellos que me persiguen pueden ver a través de él. Por cierto ¿Se porque estás aquí?

— ¿Y eso sería?

—Voy a ser secuestrado, como esa chica en Brasil, la otra en el Reino Unido, aquel relojero en Suiza, aquellos chicos en México, aquel muchacho en Japón y como muchos otros que estas investigando— replicó el músico.

—En efecto

—También estoy al tanto de que buscas respuestas para las interrogantes que te han surgido, y ¿sabes qué? Te las ofreceré.

— ¿A cambio de qué?

—Nada—replicó él— pues sin importar lo que haga o haya hecho me vas a salvar. Tu eres de los buenos, no harías nada malo, sin duda eres de los extremadamente buenos para mi gusto.

—No estés tan seguro— replicó Diana

—Mi reina, déjate de juegos.— masculló él— El cabello dorado no te luce. Baja las defensas, por favor, y presta atención, pues están por venir tiempos oscuros para ti.

Diana se quito la peluca y el abrigo dejando a la vista de todos, su traje de heroína. La situación de relax en aquel lugar era tal, que a ninguno le sorprendió que aquella mujer estuviese allí.

—Así me gusta, el prototipo de mujer, de mi tierra— dijo el DJ— veras se que estas investigando a muchas personas que no tienen pasado real, desde hace más que un años. Personas que además, están por todo el globo y hasta hace poco han sido secuestras con mucha sutileza. ¿Voy bien?

Diana asintió, estaba realmente asombrada, pero trató de no demostrarlo

—Creo que sí, a primera vistas estos individuos no parecen ser excepcionales, de acuerdo a los estándares materialistas de esta época degenerada ¿cierto? No hay ningún magnate y nada por el estilo, ni ninguno era un metahumano reconocido. ¿cierto? Veo por tu gesto que no me equivoco. Aun así, uno se preguntaría ¿Por qué diablos tanta molestias para secuestrar a estas personas? ¿Por qué el gasto de recursos? Sencillo esas personas si son excepcionales, pues nson personas ¿Me captas?

—No— replicó ella— deja los juegos y ve directo al grano, Parra.

— ¿Recuerdas lo que ocurrió cuando se desataron las Lacras (2)?

—En efecto— respondió con frialdad la amazona al recordar aquel episodio

—Muchos dioses, de diferentes culturas murieron por la codicia de un ser que no es digno de nombrarse. Ahora bien Wonder Woman, te hare una pregunta ¿Qué pasa cuando un ser vivo muere?

—No tengo ánimos de discutir sobre escatología, filosofía y metafísica.

El DJ sonrió y replicó

— Las almas son reclamadas por sus Dioses, sin duda. Pero ¿Qué pasa cuando muere un Dios, un ser que no debería morir?

La Amazona lo miró atónita, lentamente en su mente comenzó a hacerse una luz.

—Los Dioses son conceptos, abstractos y encarnados, pero también son energía. ¿Y que dicen las leyes de la termodinámica con respecto a esta?

—La Energía no se crea o destruye, se transforma

—Punto para la amazona— respondió alegremente el DJ— los Dioses muertos, se transforman en algo más de acuerdo a su energía, y únicamente morimos si somos olvidados. Algo que es de verdad difícil cuando encarnas un concepto arraigado en la mente humana, como puede ser la guerra y el conflicto, el amor, la maternidad, la música, la lujuria, entre otras. Mientras alguien los recuerde, así se a través de un arquetipo, los dioses vivirán

— ¿Qué tiene que ver eso con los secuestros?

—Fácil, ya que no hay nadie que reclame la energía de los Dioses, estos vuelven al sitio de donde manaron: la Tierra. Pero con una nueva forma y con la mente en blanco, mientras se recuperan del todo, y la ausencia de papeles, pero el recuerdo de sus seres querido no es nada más que la realidad reajustándose para que los dioses puedan sanar sus heridas. En fin tus secuestrados son los Dioses que murieron durante la última crisis.

— ¿Cómo puedes estar seguro de ello?— inquirió la mujer realmente atónita.

—Pues yo soy uno de ellos. Yo soy Dionisio, hijo de Sémele y Zeus. Nacido del muslo del amontonado de Rayos.

Rápidamente el Dios señaló a unos cuantos hombres en la sala, uno de ellos un hombre bajito con una barba de chivo, que estaba acostado con dos rubias medios desnudas, en un diván mientras degustaban unas uvas

— Allí esta mi fiel Pan, Aquel barman gordo y realmente ebrio es mi adorado Selenio, y detrás de estas cortinas practicando el onanismo o tal vez haciendo que varias chicas se lo hagan, se encuentra el buen Priapo.

—Pero ¿Cómo es posible? Tengo entendido que no todos los Dioses murieron

—Algunos desertamos— replicó Dionisio

—Y ¿Quién los está secuestrando?

De repente el suelo tembló, y los gritos comenzaron a inundar el segundo piso, sin duda algo estaba ocurriendo en el otro nivel. Con un gesto, el Dios ordenó a sus compañeros que fuesen a ver que ocurría.




En el primer piso

—Necesito espacio para combatir—le grito el Caballero Brillante, con cuidado mientras eludía a los civiles y asestaba varios golpes a los soldados salidos de la nada.

—Ya me pongo en ello— con gran velocidad y destreza, Aquaman se movió entre aquel pandemónium hasta que llegó a uno de los muros. Sabía que este daba al exterior, al estacionamiento para ser sincero. Colocó sobre el muro su mano mística (3) y comenzó a concentrar en el muro la humedad del entorno y la que este ya poseía. En pocos segundos el muro estaba húmedo, y en menos tiempo congelado. Asestó un estremecedor golpe en la zona helada, dejando al descubierto un boquete, por el cual muchos civiles aprovecharon a salir. Ahora podía centrar su atención en la maquina.

Ya un poco desahogado Sir Justin, el Caballero Brillante, arremetió contra la maquina, la cual hasta el momento se había quedado estática. Esta ataco con uno de sus tentáculos, el cual fue esquivado por el guerrero, quien aprovecho a cercenarlo con la misma facilidad, que un cuchillo corta pan recién horneado. La maquina arremetió de nuevo, con otro miembro mecánico que corrió la misma suerte, ya más cerca del cuerpo, el hombre se disponía a partir en dos el caparazón cuando un tercer tentáculo lo interceptó

— ¡Diablos! ¿Cuántos brazos tiene este artilugio? — gritó molestó mientras lo cercenaba, y observaba, con el rabillo del ojo, para su consternación como el brazo que cortó con antelación se disolvía en el suelo y se reincorporaba de nuevo al torso de la maquina— Máquina infernal, estás jugando conmigo.

Con presteza y, con mucha saña, Aquaman dio cuenta de los soldados que aparecía por doquier. En pocos segundos, no quedaba ninguno que se abalanzase contra él o se dirigiera al segundo piso donde se encontraba el objetivo. De repente el espíritu aventurero volvió a él, esta vez ellos llevaban las de ganar. Observó a su compañero luchar contra la maquina. No le importó lo que era capaz de hacer, simplemente cogió impulso y se lanzó a por ella.

El Caballero Brillante, con la misma habilidad y dedicación que un jardinero poseería a la hora de hacerle frente a la mala hierba, se dedicó a cercenar los brazos metálicos, mientras se acercaba aun más al torso. Cuando de repente observó como un destelló naranja pasaba frente a él y golpeaba de llevo el centro de robo. El rey de la Atlántida rápidamente asestó una serie de golpes contundentes que hicieron temblar aun más el local. La máquina infernal trastabilló y el caballero aprovecho a ir a por sus pies.

En cuestión de segundos la maquina estaba desarmada y en su pecho había un gran boquete, del cual un frenético Aquaman extraía piezas tras piezas, como un perro escarbaría un hoyo en el suelo arenoso. Sin dudarlo un segundo el Caballero se le unió. La asistencia de este ultimo apenas duró algo, porque en seguida un par de tentáculos, salidos de la nada se apoderó de ambos hombres, los elevó y estrelló con fuerza contra el suelo que se resintió aun más.

Todo parecía estar perdido cuando de repente una descarga de energía dorada, surgió desde el estrado del DJ y se estrelló en el agujero de ambos héroes abierto en el núcleo de la maquina. El flujo del poder duro hasta que el robot comenzó a arrojar humo y cayó inerte sobre sus propios pies. Al otro lado del rayó Caballero y Rey pudieron observar a tres hombres: uno pequeño y moreno con barba de chivo, uno orondo y rubio, pero sobre todo parecía estar muy ebrio. Y otro un negro de dos metros de alto, vestido como un chulo. Los tres sonreían ante su logro.

-Cúbrete los ojos— grito el Caballero Brillante a Aquaman, cuando se percató de un extraño silbido, uno muy parecido a aquel que lo lanzó de su montura en el Reino Unido.(4)




Segundo piso. Zona VIP

—Esa pregunta tiene dos respuestas— dijo el Dios del vino— uno de ellos es mi querido y tiránico padre, el Amontonador de Nubes que no acepta la soledad, y que te tiene una sorpresa— acto seguido miro su reloj— aparecerá dentro de poco, el otro es un personaje al que no me atrevo a mencionar y que solo ustedes han enfrentado y tratado con ligereza.

— ¿A quién te refieres?

—Tú sabes sobre quien estoy hablando— replicó— pero no deseas aceptarlo. Tranquila, yo también le temo. Y, como soy creyente que el nombre de mi padre no debe ser tomado en vano, también creo que el de él señor de Apokolpis no debe ser pronunciado con soltura.

—Darkseid— masculló ella— ¿Qué interés tendría en apoderarse de los dioses de este mundo?

— ¿Acaso los verdaderamente poderosos necesitan razones para hacer lo que le plazca?

—Todo en Darkseid es premeditado.

El temblor del suelo se hizo más evidente, y Wonder Woman no pudo evitar preguntarse que ocurría abajo, se preparó para partir cuando de repente el Dios la retuvo y le señaló el techo que comenzaba a agrietarse. En cuestión de segundos este cayó y apareció una figura ataviada como un guerrero aqueo.

-
Otrora Princesa, Otrora Reina, Campeona de Atenea, ¡Mirad al nuevo campeón del Olimpo!— gritó Dionisio. Frente a ellos estaba un hombre, vestía un peto dorado decorado con la egida, un escudo tan reluciente que parecía un espejo y que Diana reconoció como el Escudo de Perseo. Poseía a su vez unas sandalias parecidas a las de Hermes, brazaletes que parecían mucho a los suyos, una espada ceñida al cinto por un tahalí, que por las decoraciones no podía ser otra que la Espada Estigia, que también poseyó Perseo. Su casco, por otro lado parecía la cabeza de un león y ocultaba sus rasgos.

El hombre descendió y miro con calma todo el local, como si Wonder Woman o Dionisio no estuviesen allí, y luego centro su atención en este último.

—Dionisios Crónida, Señor de la Vid y el desorden cívico. En nombre de Zeus, el Amontonador de Nubes, nuestro padre, yo Aquiles Cronida, os ruego, por las buenas, que vengáis conmigo de vuelta a Olimpo.

— ¿Y, si no deseo complacer vuestro ruego?

—Entonces actuaré por las malas— respondió mientras se dirigía a por el dios. Wonder Woman se interpuso entre ambos.

— ¡Alto!

—Sal de mi camino mujer

— ¿Cómo?

—Como has oído, antigua campeona, este problema no te incumbe. Vuelve a tu reino, descansa y celebra la vida con tu gente. Tu sacrificio es reconocido y por lo tanto se te libera de todas las cargas, idos de una buena vez.

— ¿Quién decidió eso?

—Nuestro padre, Zeus

— ¿Has visto hasta donde ha llegado?— preguntó Dionisio a la heroína— ¿Quieres saber algo? Ese ser que esta frente a ti es, por el método que usaron para crearlo, tu hermano menor.

— ¿Cómo?— preguntó Diana realmente confundida

—Sal de mi camino— replicó Aquiles, mientras la tomaba de un brazo y la descartaba como quien arroja un papel.

La fuerza de Aquiles, más la sorpresa producto del acto, sacaron de balance a Wonder Woman, indefensa como estaba y arrojada con una fuerza similar a la suya, la amazona atravesó el muro, voló por encima del estacionamiento a las afueras del local y terminó incrustada en el asfalto unas dos o tres calles más allá del local. El impactó dejo a la mujer estupefacta durante unos segundos, acto seguido se puso de pie realmente enfurecida, en aquel momento la Reina de las amazonas solo veía un color: Rojo Sangre.




En el primer piso

Un gran destello, seguido de una atronadora explosión, inundo el piso inferior. Dejando, medianamente confundido, tanto a Aquaman como al Caballeros, quienes no pudieron hacer nada más, que observar como los tres recién aparecidos eran sometidos por los soldados de negros. En pocos minutos, aquellos hombres eran secuestrados para la sorpresa de los hombres. Y en menos tiempos se desvanecían de la nada.

Una vez que el efecto de aquella arma cedió Ty hizo acto de presencia.

—Pensé que Parra era el objetivo— dijo ella mientras les ofrecía algo de beber a los héroes

— ¡Diana!—exclamó Arthur

—Está arriba, arreglando varios asuntos— replicó la Hacker

— ¿Dónde estabas?— preguntó Sir Justin

—Por allá y allá y en todos los lados, no me llaman trébol por gusto— dijo ella— por cierto me apodere de algo que parece la caja negra del robot.

—Fallamos de nuevo— replico Aquaman

—No lo creo—dijo Ty—Tenemos más información que antes, créeme.




Segundo piso.Zona VIP

Esta vez fue Aquiles quien no lo vio venir, el golpe que la Reina le asestó fue tan fuerte, que el local tembló como si dos ferrocarriles hubiesen colisionado, se sintió con más fuerza, por el empuje que traía la amazona y porque Diana no dejo que saliera despedido, pues con la otra mano lo tomó por el hombro para asestarle unos cuantos más. Después del primer golpe asestó un segundo y un tercero, pero el héroe parecía resistir. La risa sardónica de Dionisio se escuchaba por todo el lugar, mientras los dos campeones luchaban.

Diana observó como el dios se limitaba a observar tanto la batalla como su reloj. Para luego proyectar una descarga de energía contra Aquiles, quien como su epónimo, se volteó con rapidez y absorbió el rayo con el escudo. Diana aprovechó la distracción y le asestó un golpe que le dejo inconsciente.

—Bien hecho princesa— dijo el Dios— Ya tienes todos los datos, sabes que hacer. Me voy

—Nada de eso— grito ella— tú me vas a ayudar…

— ¿Más de lo que lo he hecho?— preguntó — creo que no.

Wonder Woman se abalanzó contra el Dios, pero este hizo un gesto con la mano, y antes de que la heroína pudiese hacer algo, la divinidad se desvaneció dejando en su lugar un montón de hojas de vid.

— ¡Maldición!— grito realmente molesta la amazona.




En la casa de Ty (Edimburgo,Escocia)

—Ya tengo los otros posibles objetivos— mascullo la hacker, con una sonrisa. Aquella actitud estaba molestando cada vez más a Diana, especialmente ahora que estaba al tanto de lo que enfrentaban.

— ¿De qué sirve si no podemos detenerles?— dijo Aquaman— mientras sigamos a la defensiva, no podremos hacer nada, todo ha sido en vano

—No lo creo, amigo mío— replico el Caballero Brillante— ahora estamos al tanto de lo que ocurre, y sin duda ellos saben que manejamos información valiosa. Se andarán con mucho cuidado durante los próximos intentos.

—Sir Justin tiene razón, Arthur— replicó Diana— ahora somos una constante en su ecuación, a la que deben tener en cuenta. Ya no pueden seguir con el mismo juego. Nuestra presencia los obliga a dejar su modus operandi y tal vez pasar a la ofensiva y la presencia del campeón de Zeus…

—No debiste dejarlo en Holanda— le atajo Aquaman

—En realidad el es una excelente distracción—replicó el Caballero— Y, yo y otros de los héroes de Europa, pensamos ser lo mismo.

— ¿Cómo?— preguntó el Rey de la Atlántida

—Ty me ha puesto al tanto de la situación, ha usado su ciencia de patrones para dar con los blancos en el continente, ha hecho una proyección para el norte de África y Asia Menor— dijo el Caballero henchido de orgullo —Reuniré a varios colegas Europeo y de la zona, y detendremos los secuestros que podamos.

—Así que, hasta aquí llega tu viaje— dijo Diana mientras le estrechaba la mano al héroe. Este con un gesto romántico, digno del nombre que llevaba le beso el dorso de la mano.

—Sí, su majestad— replicó él— y debo acotar que a pesar de todo, ha sido un placer. Os deseo buena suerte.

—Realmente la necesitaremos— dijo la amazona realmente sonrojada— pues creo que los próximos blancos serán difíciles

— ¿Quiénes son los próximos blancos?— inquirió Aquaman

—Una niña malcriada, actriz porno e intento de cantante llamada Helena Troy y su amante, un luchador y patán llamado El Príncipe del Poder — replicó Ty

—Sin duda huelen a problemas— le atajó Aquaman— ¿Cómo lidiaremos con ellos y con nuestros enemigos que están al tanto de que los interceptaremos?

—Sencillo— replicó Ty— “alguien” le dejo dicho al Campeón de Zeus, cual es el próximo objetivo.

— ¿Sera nuestro señuelo?— preguntó Aquaman

—La guerra es el arte del engaño— dijo Ty de nuevo con aquella jovialidad que molestaba cada vez más y más a Diana

—Sigue oliéndome todo a problemas— agregó el rey.

—Más si son quienes creo, que son— replicó ominosamente Diana, y por alguna razón el Rey de los Mares no pudo evitar sentir escalofríos.

Continuará...

 Referencias:
1.- Diana asumió el rol de reina de las Amazonas en Wonder Woman #12
2.- Ver Wonder Woman #01-12
3.- Aquaman lleva en AT la protesis mística que le otorgó la Dama del Lago (ver Aquaman vol 6 #01-12 USA) Despues dicho artefacto entró en desuso y fue olvidado por autores posteriores. Pero nosotros aun lo tenemos presente.
4.- Ver número anterior

2 comentarios :

  1. Wonder Woman #13-15

    "La Rebelión de los Olímpicos" es la nueva saga protagonizada por Wonder Woman que supone el inicio de una nueva etapa en esta serie de Action Tales, bajo la batuta de uno de sus valores en alza: Guillermo Moreno. Un autor que no se ha amedrentado frente a la presión que podía suponer reemplazar a Jose Luis Miranda como escriba de la amazona, que con su macrosaga "La Maldición de Pandora" había dejado el listón más que alto. ¿Y acaso ha conseguido estar a la altura de las expectativas? Pues en mi opinión, ya lo creo que sí :)

    Y es que a Guillermo no sólo no le ha temblado el pulso a la hora de continuar las aventuras de Diana tras la marcha del autor encargado de la serie desde su estreno en Action Tales, sino que además ha tomado la historia de Wonder Woman justo donde se había quedado, y sin ningún complejo (ni caer en la tentación de hacer borrón y cuenta nueva para no complicarse la vida) la ha continuado con tanta habilidad que no defraudará ni aquellos lectores nuevos que decidan subirse a la serie ahora que comienza esta etapa (pues no hace falta saber mucho de lo ocurrido anteriormente para engancharse rápidamente), ni mucho menos a los veteranos que siguieron las historias de Miranda, porque ciertamente, continúa con maestría los cabos sueltos que pudieron quedar. Y todo ello, además, con su propio estilo, que no tiene mucho que ver con el de Miranda, pero que sin embargo funciona estupendamente con nuestra heroína protagonista.

    Destacar como puntos fuertes de estos tres primeros números de Guillermo la caracterización de los personajes, el ritmo bien medido de la acción en ese tour por el mundo que lo mismo nos sitúa la aventura en Brasil, que en Escocia u Holanda, y el buen uso de los héroes invitados, destacando especialmente la introducción de Aquaman en la saga, a quien el autor ya demostró conocer muy bien en su número unitario para la serie de Showcase.

    En definitiva, un magnífico inicio de nueva etapa que estoy seguro que no defraudara a ningún lector, ya sea veterano en esta serie o un simple recién llegado.

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  2. Se me había pasado esta actualización.
    Parece que algunas de mis sospechas sobre la identidad de los secuestrados ser corroboran y, en ese aspecto, me han gustado mucho esas personalidades, totalmente coherentes con la divinidad reencarnada en ellos. Estupendo en ese aspecto el detalle de la música hipnótica y de las bacanales en las que, según comenta Arthur, degeneran las actuaciones de Parra.


    Creo que las identidades del luchador y la actriz porno me
    las puedo oler XD. Y ahora me voy a leer el número 16.

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